lunes, 1 de noviembre de 2010

Lo mejor que nos pasó en la vida (?) Parte 2


Conste que este escrito le precede a un acontecimiento de la vida cotidiana que es así: Hace un mes programé un encuentro en mi casa con gente querida que hace mucho no veía, y cuando llega el día, mi hija mayor amanece con fiebre, por supuesto, como muchos tienen chicos, SUSPENDI, al día siguiente la nena estaba esplendida!!!!
        
         La idea de escribir sobre los hijos surge a partir de la experiencia propia pero también  de la clínica, muchas pacientes cuentan con mucha angustia episodios con sus hijos en las que se ven sobrepasadas, superadas, postergadas. Y les cuesta mucho admitir estos sentimientos sin sentir culpa o pensar que por ello son malas madres.
         Es muy importante  poder compartir estas experiencias y entender que estas emociones son propias de cualquier aprendizaje, y a ser mama se aprende.  Y cada vez que uno asimila, incorpora cosas nuevas, también debe acomodarse (muy piagetiano), y todos los cambios vienen con una dosis de angustia. Entrar en el mundo de la crianza es un gran cambio, cambian las prioridades, cambian los horarios, cambian las rutinas, cambia la perspectiva del mundo que te rodea. Y todo esto conlleva un poco de dolor, pero también mucha Felicidad, y así como nos gusta contar los logros que nos llenan de satisfacción, también debemos hablar de lo que nos angustia, y eso no nos hace peores madres, nos hace mas verdaderas.
         No todas sufren lo mismo, ni postergan igual, cada una establece un vínculo particular. Pero en general las angustias en mayor o menor medida aparecen.
         Pero también aparece la profunda convicción de que SON LO MEJOR QUE NOS PASO EN LA VIDA.  “Que nos llenan de orgullo, que nos devuelven el niño que llevamos dentro, que son la síntesis perfecta del amor con nuestra pareja, que es un afecto inconmensurable e incomparable”, entre otras muchas cosas, que puedo citar desde el diván.
                No idealizar suele ser una buena receta para vivir con menos frustraciones, y la maternidad es un lugar de mucha idealización, lo cual nos hace caer en estas tremendas sensaciones de que si no estoy enteramente feliz no soy lo suficientemente buena: pero la  GRAN NOTICIA es que lo mejor que les puede pasar a nuestros hijos es no colmarnos nuestra existencia, sino dejar siempre un espacio, un agujero, que nos permita seguir deseando y proyectando nuestras vidas.


1 comentario:

  1. Creo que la clave de una buena maternidad/paternidad/ es dejar de lado el egoísmo, y entender que los hijos son maravillosos, pero son hijos de la vida, no son de nuestro patrimonio, mas allá de parirlos. El día que entendamos y comprendamos que nuestros hijos son personas, individuos, mas allá de uno mismo, ese día vamos a saber llevar mejor las relaciones con ellos. Amar a nuestros hijos es algo natural, nos colman de amor incondicional, renuevan nuestro oxigeno, pero realmente como madres y padres, debemos dejar de proyectar en ellos cosas nuestras, creo que así criaremos hijos con mas autonomía, mas seguros de si mismos, con mas libertad!

    ResponderEliminar